But first, coffee

Perú vive una crisis política marcada por la destitución de la presidenta Dina Boluarte. La salida del cargo coloca al país en una fase de transición institucional en la que deben activarse los mecanismos constitucionales de sucesión y continuidad del poder ejecutivo. El hecho supone cambios inmediatos en la jefatura del Estado y exige la coordinación de las principales instituciones para garantizar la estabilidad administrativa, la prestación de servicios y la seguridad. La coyuntura incrementa la tensión entre actores políticos y sociales, mientras se definen los pasos formales que determinarán quién asume funciones y cómo se reorganiza el gobierno en el corto plazo dentro del marco legal vigente.