Turismo

Siete grandes tendencias definirán los viajes en 2026, con un consumidor más selectivo y sensible al valor que prioriza conveniencia, flexibilidad y experiencias significativas. La digitalización acelera la personalización y los servicios sin fricciones; el bleisure y las estancias largas consolidan nuevas pautas de demanda; la sostenibilidad gana peso en la elección de destinos y proveedores; y la búsqueda de autenticidad impulsa rutas y productos menos masificados. Para el sector, el reto pasa por ajustar capacidad, invertir en tecnología y talento, fortalecer canales directos y alianzas, y diseñar propuestas resilientes ante cambios macroeconómicos y regulatorios.